La electricidad subirá en 2026 aunque reduzcas tu consumo
Consumo Eléctrico
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha advertido de que la factura de la luz podría encarecerse a partir de 2026, incluso para quienes reduzcan su consumo eléctrico. El motivo no está en el precio de la electricidad en sí, sino en un cambio estructural del recibo. El regulador plantea aumentar la parte fija para financiar el refuerzo de la red eléctrica, lo que hará que una mayor parte del coste sea independiente de cuánta energía se utilice en casa.
Por qué cambiará la factura eléctrica a partir de 2026
El cambio que se avecina en 2026 no está relacionado directamente con el mercado eléctrico, sino con la forma de financiar el sistema. La CNMC considera necesario reforzar las redes eléctricas para absorber el crecimiento de las energías renovables, la electrificación del transporte y el aumento de la demanda eléctrica en los próximos años. Estas inversiones requieren una financiación estable y sostenida en el tiempo.
Para cubrir ese coste, el regulador propone elevar los componentes fijos del recibo, aquellos que se pagan simplemente por estar conectado a la red. Se trata de conceptos regulados como los peajes o la potencia contratada, que no dependen del consumo real de electricidad.
Este enfoque reduce el peso del kilovatio hora en la factura final y hace que una parte mayor del importe sea invariable. Como consecuencia, el ahorro energético pierde capacidad para compensar la subida del recibo.
Por qué el Gobierno habla de una bajada del precio del kWh
El Gobierno defiende que el precio de la electricidad tenderá a bajar gracias al aumento de la generación renovable, ya que se trata de una energía más barata de producir. En términos de mercado, este planteamiento es correcto a largo plazo, porque una mayor presencia de renovables reduce el coste del kWh.
Sin embargo, este mensaje no tiene en cuenta la inversión necesaria para integrar esas renovables en el sistema. La expansión de la generación limpia exige reforzar infraestructuras, redes y sistemas de gestión, un coste que debe asumirse antes de que el abaratamiento del kWh se refleje plenamente en la factura.
En lugar de financiar esa inversión vía impuestos, el modelo previsto traslada el coste al recibo eléctrico a través de la parte fija. Por eso, aunque el precio de la energía pueda bajar, la factura total puede aumentar en el corto y medio plazo, incluso con una tarifa de luz competitiva.
A quién afectará más la subida y cómo reducir el impacto
El nuevo esquema afecta especialmente a los hogares con bajo consumo, las segundas residencias y los pequeños negocios, así como a quienes ya han reducido su gasto energético. Al aumentar la parte fija, estos perfiles tienen menos margen para compensar la subida consumiendo menos electricidad.
Los perfiles más afectados son:
Consumidores eficientes que ya han reducido su consumo
Viviendas con poco uso eléctrico
Actividades con bajo margen de ajuste energético
En este contexto, revisar el contrato eléctrico cobra más importancia que nunca. Ajustar la potencia contratada y comparar las ofertas entre distintas comercializadoras puede ayudar a mitigar el impacto. Las consultoras energéticas recomiendan analizar periódicamente las condiciones del suministro y utilizar un comparador de luz para adaptar el contrato a un sistema eléctrico más complejo.
De cara a 2026, la factura dependerá menos de los hábitos de consumo y más de cómo esté estructurado el contrato eléctrico, un cambio que obliga a los consumidores a prestar atención a la configuración del recibo.
Fuente: papernest.es

Comentarios
Publicar un comentario