El nuevo informe anual para España del FMI no es muy alagüeño para nuestro país

 Política Económica

Por Luis Domenech

Acaba de hacerse público el nuevo informe anual del FMI para España,  y las perspectivas que nos muestra no son nada buenas para nuestro país, mientras que, quienes nos gobiernan, continúen dedicando su tiempo a pelearse entre ellos, en vez de atender a los asuntos del país y a ocuparse de solucionar los numerosos problemas que los cambios a los que nos vemos sometidos nos traen. Dice el informe cosas como las que siguen:

Comienza el informe diciendo que el mundo se enfrenta a una incertidumbre excepcional, dado que el sistema internacional de comercio se está transformando, y que estas grandes transiciones están complicando el entorno económico. A estos cambios, hay que sumarle la incertidumbre causada por los conflictos en curso que complican el entorno económico haciéndolo mas impredecible. 

Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI, en su introducción comienza diciendo que el cambio ha definido la economía mundial de los últimos 12 meses. Estamos presenciando enormes transformaciones, como la digitalización, la inteligencia artificial y las transiciones demográficas. Además, se están produciendo algunos cambios profundos en las políticas que están transformando el comercio mundial y los flujos de capital.

  • Los cambios tecnológicos y la revolución de la inteligencia artificial suponen un importante proceso de adaptación, al tiempo que prometen nuevas oportunidades.
  • Los desastres naturales y los fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes siguen cobrándose un alto precio macroeconómico en muchos países. 
  • Las tensiones comerciales y los aranceles que las acompañan están exacerbando la perspectiva de bajo crecimiento y deuda elevada. El FMI redujo sus previsiones de crecimiento a corto plazo en abril, fijándolas en el 2,8% para este año y el 3% para 2026,y las previsiones de crecimiento a cinco años continúan en el nivel más bajo de los últimos decenios.
  • Con este telón de fondo, el principal desafío económico al que se enfrentan los países miembros es el crecimiento o, más bien, la ausencia de crecimiento. Para conseguir un mayor crecimiento, los países tendrán que redoblar los esfuerzos a nivel nacional para fortalecer su estabilidad económica y financiera y mejorar su propio crecimiento potencial. En este contexto de mayor incertidumbre mundial, la tarea comienza por casa.
  • Es imprescindible emprender reformas transformadoras para impulsar la productividad y el crecimiento: menos burocracia, más competencia y espíritu empresarial, un sistema tributario más simple y coherente, mejores estructuras digitales, mayores niveles de participación económica y unos mercados de capital más profundos. 
  • Se precisan políticas que restablezcan la sostenibilidad fiscal y creen márgenes de seguridad suficientes para enfrentar shocks futuros, que podrían ser recurrentes y de gran magnitud. Esto se puede hacer de forma gradual, pero hay que empezar ya, de manera que quede margen para el gasto prioritario. Cuanto más esperen los países, más drástico podría ser el ajuste. 
  • Al tiempo que trabajan de puertas adentro, los países también deben colaborar entre sí para promover un entorno comercial estable y predecible, facilitar la reestructuración de la deuda y abordar retos comunes.
  • El recrudecimiento de las tensiones comerciales podría reducir más aún el crecimiento a corto y largo plazo, y unas políticas divergentes y muy cambiantes o un deterioro de las expectativas podrían causar bajadas de los precios de los activos, lo que exacerbaría los riesgos para la estabilidad financiera. 
 Este es el panorama general que describe el FMI y en el que España está inmersa, junto con Europa y el resto del mundo desarrollado, y este es el punto de partida para todos. A partir de este momento, quien acierte con las políticas adecuadas, y comience a aplicarlas cuanto antes, mejor le irá en el futuro. En cambio, quienes se distraigan con otras cuestiones, tendrá `problemas pues las desigualdades en el desarrollo se acrecentarán, y las consecuencias las pagaran los ciudadanos de los países que no se ocupen de estos asuntos.

España en este momento de su historia, no esta viviendo una buena situación. El país está envuelto en luchas políticas que están impidiendo el desarrollo de políticas para la implementación de aquellas medidas que son imprescindibles para el crecimiento de nuestra economía y para sostener el bienestar de nuestro país. Hoy parece que el crecimiento que estamos teniendo es bueno, pero no nos está sirviendo para mejorar el estado de nuestra economía y de nuestro sistema de bienestar. 

La salud de nuestro sistema sanitario está en precario, lo mismo que nuestro sistema de pensiones, que todos nos están avisando que va camino de la quiebra si no se hacen reformas que garanticen su estabilidad. La escasez de  vivienda, la malas espectativas de nuestros jóvenes, el exceso de burocracia, los bajos salarios, las malas perspectivas demográficas, los problemas arancelarios que dificultan los movimientos comerciales y que detienen el desarrollo, las guerras que no cesan a las puertas de nuestra Europa, la negativa incidencia que el desarrollo tecnológico está ejerciendo sobre la totalidad del mercado de trabajo, los altos impuestos, etc., están provocando fuertes movimientos telúricos en la economía global, y subsecuentemente afectan a unos países mas que a otros que están mejor preparados y se están adaptando a los cambios mejor, lo que les aporta ventaja sobre los demás.
  • Mientras tanto, en España los principales problemas del Gobierno son la amnistía de Puigdemont, que como no la consigue, condiciona todo lo demás.
  • El traslado de los presos de ETA al País Vasco que exige Bildu. Si no se trasaladan presos, no hay voto de apoyo en el Congreso.
  • Los problemas de corrupción en el Gobierno y en el PSOE, y la subsiguiente batalla por ganar el relato que minimice los daños que le causan al principal partido gobernante y a su Presidente,
Nos espera un futuro complicado porque el país no está dedicando el tiempo y los esfuerzos necesarios centrados en los asuntos que realmente importan. Las instituciones internacionales nos están avisando, pero nuestros políticos no escuchan. El futuro de España es el futuro de cada uno de nosotros, y mas vale que nos lo tomemos en serio, pues nuestra es parte de la responsabilidad, que se ejerce cuando tenemos que elegir a quienes han de regir los destinos del país. 

Elijamos mejor la próxima vez, y procuremos no equivocarnos. Necesitamos políticos capaces y preparados. No necesitamos revolucionarios, ni extremistas, ni corruptos, ni ineptos, ni populistas. Necesitamos personas con iniciativa, dialogantes, que tengan claras las prioridades del país y con ideas para cambiar nuestro futuro para bien,
 

Puede descargar el informe íntegro desde este enlace

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué China es la fábrica del mundo?

Detrás del dilema arancelario: Kalecki sobre la política de desarrollo estructuralista

La Universidad de Stanford publica su mas reciente informe sobre la IA