¿Se está fracturando el sistema financiero global bajo la presión geopolítica?
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Geopolítica y Finanzas
Por Gian María Milesi-Ferretti y David Wessel
20 de octubre de 2025
La edición de 2025 del Informe de Ginebra
examina cómo las crecientes tensiones geopolíticas —como la invasión
rusa de Ucrania, la rivalidad entre Estados Unidos y China y los
aranceles del presidente Donald Trump— están transformando las finanzas
internacionales. Estas tensiones amenazan con dividir el mundo en
bloques rivales, revirtiendo décadas de creciente integración global,
tanto comercial como financiera. Gian Maria Milesi-Ferretti,
investigador principal del Centro Hutchins de Política Fiscal y
Monetaria del programa de Estudios Económicos de la Brookings
Institution, es uno de los coautores de este informe, repleto de datos. A
continuación, se presentan algunos de los puntos destacados.
Los economistas han sostenido durante mucho tiempo que el comercio de bienes y servicios puede beneficiar tanto a los exportadores como a los importadores, pero ¿por qué es importante la integración financiera ?
La integración financiera permite a los países compartir riesgos, obtener préstamos más baratos e invertir y distribuir la producción de forma más eficiente a través de las fronteras. También permite a los países endeudarse y prestar internacionalmente, por ejemplo, para impulsar la inversión cuando aumentan las oportunidades de rentabilidad. La fragmentación socava estos beneficios, aumentando el riesgo de crisis financieras y dificultando la implementación de respuestas coordinadas cuando ocurren. ¿Qué evidencia de fragmentación observamos ya?
- Inversión extranjera directa (IED): Los flujos se concentran cada vez más dentro de bloques geopolíticos, especialmente en industrias estratégicas como los semiconductores.
- Rusia: Después de la invasión de Ucrania en 2022, Rusia se alejó casi por completo de las finanzas occidentales y redujo a la mitad sus pasivos externos.
- China: ha reducido gradualmente su exposición a los activos estadounidenses, prestando más a los mercados emergentes y utilizando centros financieros offshore.
- Economías avanzadas: Estados Unidos y sus aliados han profundizado los lazos entre sí, al tiempo que se alejan de China.
¿Qué significa esto para los mercados emergentes?
Las economías de mercados emergentes y en desarrollo (EMDE) son especialmente vulnerables. Dependen en gran medida de la inversión de los países occidentales. Si las divisiones geopolíticas debilitan estos vínculos, las EMDE podrían enfrentar una reducción de las entradas de capital y mayores costos de financiamiento. Además, el aumento de las tensiones geopolíticas puede implicar shocks financieros más frecuentes.
¿Qué significa esto para el papel del dólar estadounidense en el sistema financiero global?
El dólar estadounidense sigue dominando: representa casi el 60% de las reservas mundiales y se utiliza en el 90% de las transacciones de divisas. El euro desempeña un papel importante, aunque más regional. La cuota de mercado del renminbi está creciendo, pero aún es modesta (alrededor del 2% de las reservas).
Las tensiones geopolíticas influyen en este contexto: los países que se distancian de Occidente (por ejemplo, Rusia, Bielorrusia e incluso Turquía) están reduciendo el uso de dólares y euros para protegerse de las sanciones, mientras que los bancos centrales compran oro, con sus tenencias acercándose a niveles no vistos desde 1965, durante la era de Bretton Woods. La historia demuestra que el papel de las monedas internacionales puede mantenerse estable durante mucho tiempo y luego cambiar rápidamente.
¿Por qué los sistemas de pago son políticamente sensibles?
Los sistemas de pago, como SWIFT para mensajería o CHIPS para liquidar pagos en dólares, solían considerarse neutrales. Esto cambió cuando las sanciones secundarias de EE. UU. (a partir de 2010) y la exclusión de Rusia de SWIFT (2022) demostraron cómo podían utilizarse como herramientas geopolíticas. En respuesta, países como China (CIPS), Rusia (SPFS) e Irán (SEPAM) han desarrollado sistemas alternativos, aunque su uso sigue siendo menos extendido.
¿Qué pasa con las monedas estables?
Las stablecoins son tokens digitales emitidos de forma privada y vinculados a monedas tradicionales, principalmente el dólar estadounidense. Sus emisores poseen grandes reservas de activos seguros, como bonos del Tesoro estadounidense. A medida que las stablecoins crecen, podrían impulsar la demanda de activos en dólares y reforzar su papel global. Al mismo tiempo, plantean nuevos riesgos: lagunas regulatorias, posible inestabilidad si se cuestionan las reservas y la posibilidad de una mayor fragmentación si las normativas nacionales divergen. En resumen, las stablecoins podrían consolidar el dominio del dólar y complicar la gobernanza financiera global.
¿Qué significa todo esto para la red de seguridad financiera mundial?
La red de seguridad financiera global incluye las reservas de divisas de los países, los préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y fondos regionales, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) de Europa o la Iniciativa Chiang Mai de Asia, y las líneas de swap de los bancos centrales. Esta red de seguridad proporciona liquidez esencial en situaciones de crisis, tanto nacionales como globales. El tamaño de la red de seguridad ha aumentado hasta aproximadamente el 20 % del PIB mundial, pero es desigual: las economías avanzadas tienen un acceso más fiable, mientras que las economías emergentes y en desarrollo enfrentan deficiencias. El aumento de las divisiones geopolíticas podría dificultar la coordinación, debilitando la red justo cuando más se necesita.
¿Cuáles son los riesgos si se profundiza la fragmentación?
- Costos más altos: préstamos más caros, pagos más lentos y duplicación de sistemas.
- Inestabilidad: Mayor volatilidad en los tipos de cambio, flujos de capital y comercio.
- Sanciones más débiles: si los países pueden eludir los sistemas occidentales, las sanciones pierden impacto.
- Monedas multipolares: Múltiples monedas de reserva rivales podrían fragmentar la liquidez global y complicar las respuestas a las crisis.
- Tensión sobre las instituciones globales: el FMI y el G20 podrían tener dificultades para coordinarse en situaciones de crisis si las divisiones políticas bloquean la cooperación.
¿Es inevitable la fragmentación?
No. La trayectoria depende de si las principales economías pueden mantener la confianza, mantener la credibilidad institucional y preservar los mecanismos de cooperación. Sin embargo, las tendencias en la IED, los pagos y la gestión de reservas ya muestran que se están acumulando presiones de fragmentación.
¿Qué recomendaciones de políticas formula el informe?
Muchos países mantienen su compromiso con la apertura comercial y financiera, así como con el mantenimiento de un orden internacional basado en normas. Sin embargo, las tensiones geopolíticas y el nacionalismo económico ponen de relieve la urgente necesidad de enfoques pragmáticos para salvaguardar la estabilidad económica y la cooperación. Entre las recomendaciones de política del informe se encuentran las siguientes:
- Renovar el compromiso con el multilateralismo. Una cooperación más estrecha entre los países sigue siendo la mejor protección contra la fragmentación.
- Las instituciones multilaterales como el FMI y el Banco Mundial deberían dar a las economías emergentes más voz y poder de voto.
- Fortalecer los vínculos entre el FMI y las redes de seguridad financiera regionales puede ayudar a responder eficazmente a las crisis.
- Cuando resulta difícil lograr un consenso amplio, grupos más pequeños de Estados con ideas afines (coaliciones de dispuestos) aún pueden lograr avances en cuestiones que trascienden las fronteras, desde el comercio hasta la supervisión y regulación financiera, pasando por el clima o la tributación internacional.
- Mejorar el intercambio transfronterizo de datos, que es esencial para comprender mejor los vínculos financieros entre países y regiones.
- Mejorar la transparencia en la reestructuración de la deuda. Fomentar la divulgación de las condiciones de los préstamos y desarrollar marcos que incluyan a nuevos acreedores, como China.
- Actuar con cautela en la política económica. Las sanciones y otras herramientas financieras deben utilizarse con cautela para evitar socavar la confianza en los sistemas globales.
- Proteger los sistemas de pago. Mejorar la interoperabilidad, actualizar la infraestructura y garantizar una regulación coherente de innovaciones como las monedas estables.
Sobre los autores:
El artículo original se puede leer en inglés en Brookings
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