La brecha económica de género se agranda en España
Economía
Cada vez que una nueva evidencia sale a la luz pública, esta pone al descubierto las múltiples mentiras y bulos con las que este Gobierno tiene engañado a todo un país.
El Instituto Juan de Mariana acaba de hacer público su mas reciente informe sobre la Brecha de Género en España, que nos da pistas de lo erradas que eran muchas de las decisiones tomadas por el Gobierno de Coalición de Pedro Sánchez del tipo del Bono Cultural, para contrarrestar el perjudicial efecto que las políticas socialistas está causando en las generaciones jóvenes de nuestro país en cuestiones vitales para su emancipación como el nivel de ingresos, o el acceso a la vivienda.
Mientras, el discurso político del gobierno sigue centrado en cebar un falso relato de “desigualdad de clase”, y los datos muestran que las diferencias económicas más significativas y relevantes en la España de 2025 no son las que separan a “ricos” y “pobres”, sino las brechas en la capacidad económica de jóvenes y mayores.
En las economías avanzadas, lo habitual es que los ingresos laborales alcancen su punto máximo en la mediana edad, cuando los trabajadores acumulan experiencia y productividad, mientras que los picos de riqueza tienden a concentrarse en edades más avanzadas, como resultado del ahorro acumulado a lo largo de la vida. Sin embargo, en España estamos asistiendo a un fenómeno atípico: una redistribución sostenida de ingresos y rentas que, lejos de corregir desigualdades, las profundiza a la vez que la discusión económica sigue centrada en cómo repartir una tarta económica cada vez más pequeña, destinando las porciones más grandes a los grupos de mayor edad, y no en hacer crecer el tamaño total de la tarta, asegurando al mismo tiempo que los retornos del trabajo no se vean crecimiento recortados por el coste del sistema de pensiones.
En su Resumen Ejecutivo, suelta las siguientes perlas, y no son pocas:
Consumo y gasto: Desde 2006, solamente los mayores de 65 han aumentado su consumo real (+5 %). Los menores de 30 lo han reducido con fuerza, aminorando su consumo en un 36 %.
Desempleo juvenil: La juventud española soporta la mayor tasa de paro de toda Europa, cuadruplicando los niveles de desocupación que se dan en Alemania y superando la media comunitaria en más de diez puntos (26,5 % vs 15,1 %).
Acceso a la vivienda: El 81 % de los nacidos entre 1945 y 1965 eran propietarios a los 42 años. Hoy, menos del 50 % de los nacidos después de 1985 lo son. Solo un 20 % de los menores de 35 años tiene hipoteca.
Una creciente factura fiscal: Desde el año 2010, las cotizaciones son insuficientes para financiar las pensiones y el agujero se cubre con una carga fiscal cada vez más abultada que recae sobre los trabajadores. La renta dedicada a pagar IRPF y cotizaciones sociales supone ya el 39,5 por ciento del coste laboral, frente al 31,8 por ciento observado en la OCDE. Si añadimos el IVA, el IBI y otros gravámenes de referencia, el Impuestómetro del IJM revela una carga fiscal equivalente al 55 por ciento del coste laboral de un salario medio.
Paradoja territorial: Regiones como Asturias han visto crecer su PIB per cápita por el colapso demográfico juvenil, no por dinamismo económico. En el Principado hay apenas 1,4 cotizantes por cada pensionista y el empleo público crece mientras el privado cae.
Comparativa europea: Los mayores de 65 años en España tienen una renta un 6,4 % superior a la media europea, mientras que los trabajadores españoles perciben un 7,3 % menos que sus pares de la UE.
Concluye el Informe diciendo que la evidencia presentada confirma que España presenta una brecha generacional cada vez más acusada. En un contexto en el que lo habitual sería ver a los mayores retirados con rentas más modestas que los trabajadores en activo, nuestro país ha invertido esa lógica, situando a los mayores de 65 años por encima de la población en edad laboral, tanto en renta como en riqueza disponible.
Esta inversión del ciclo vital amenaza con provocar una fractura que no solamente es injusta, sino que también resulta insostenible. Los jóvenes de hoy —con menor poder adquisitivo, más dificultades para acceder a la vivienda y un panorama fiscal mucho más exigente— financian un sistema de pensiones que recompensa a los mayores con prestaciones que superan ampliamente sus contribuciones históricas. El cálculo del Factor de Equidad Actuarial, que sitúa la retribución de las pensiones en un 62 por ciento por encima de lo aportado, revela hasta qué punto el modelo actual ha perdido el equilibrio contributivo, en detrimento de sus financiadores, que son los asalariados en activo.
Las consecuencias económicas y sociales de este desequilibrio son múltiples. En lo económico, el actual escenario penaliza la productividad, castiga el empleo juvenil y limita el crecimiento. En el plano social, agrava la desconfianza hacia las instituciones y alimenta narrativas de confrontación intergeneracional.
Asimismo, si se pretende facilitar la vida de los jóvenes y asegurar que las nuevas generaciones tienen más oportunidades, es vital avanzar hacia una fiscalidad menos punitiva con el empleo y un paradigma regulatorio que no resulte tan obstruccionista en ámbitos como la vivienda, donde el sector privado se ve asfixiado por el sinfín de trámites e impuestos que impiden desarrollar obra nueva para atender la demanda por parte de los jóvenes que, ante tal escenario, terminan viendo imposible el sueño de poseer un piso en propiedad.
Puede que, según dicen los que apoyan a este Gobierno, la economía del país vaya como una moto, pero en esta moto no viajan los jóvenes que hace tiempo que se han caído de ella por culpa de las políticas gubernamentales.
El actual gobierno no solo no está arreglando la situación, sino que la está empeorando con sus actuaciones. Los jóvenes no necesitan de los 400 euros del Bono Cultutal, ni que les financien con 30.000 euros la entrada para la adquisición de una vivienda. Lo que necessitan son facilidades para acceder al mercado de trabajo, y salarios dignos, y con esto ellos ya se las arreglarán solitos para salir hacia adelante. La excesiva carga.impositiva, las excesivas cotizaciones empresariales, el endurecimiento de la norma administrativa que dificulta el emprendimiento, especialmente en el sector de los autónomos, es lo que lleva a estos desequilibrios que causan tanto daño, afectando sobre todo a los mas jóvenes que cada día ven mas negro su futuro.
Puede leer el informe completo en este enlace.
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