El impacto del regreso de Trump en la Casa Blanca: Consecuencias para la política climática, las renovables, y las empresas españolas de energía

 Política y Cambio Climático 


El reciente triunfo electoral de Donald Trump, quien regresa a la presidencia tras una contundente victoria sobre Kamala Harris, ha generado una ola de incertidumbre en torno a las políticas climáticas de Estados Unidos. Su retorno podría significar un retroceso significativo en los compromisos ambientales, afectando tanto a la economía global como a empresas clave del sector energético. Ya se vio como la elección del nuevo presidente norteamericano sacudió este miércoles al Ibex 35, con fuertes caídas de todas las energéticas españolas. En tan solo una jornada el sector perdió más de 6.000 millones de euros en capitalización,

Políticas energéticas de Trump: Un giro hacia los combustibles fósiles

Durante su mandato anterior, Trump ya había dejado claro su escepticismo frente al cambio climático y su preferencia por las energías fósiles. Ahora, su retorno a la Casa Blanca plantea amenazas concretas, como la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París y de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC). Este movimiento dejaría a la mayor economía mundial sin compromisos vinculantes para reducir sus emisiones, justo cuando los científicos alertan de la urgencia de mitigar el cambio climático.

Una de las políticas más afectadas sería la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés), que había asignado 361.000 millones de dólares para fomentar inversiones en energías limpias. Con la posible derogación de esta ley, se estima que el sector de renovables podría perder hasta un trillón de dólares en inversiones proyectadas para 2050, afectando directamente al PIB estadounidense y, por extensión, a las empresas extranjeras con operaciones significativas en el país.

Empresas españolas en la encrucijada: Acciona, Solaria, Repsol, Naturgy e Iberdrola

La victoria de Trump ha tenido un impacto inmediato en los mercados financieros, golpeando especialmente a las empresas de energías renovables. Acciona, líder en el sector, registró una caída del 8,05% en Bolsa, seguida de su filial Acciona Energía, con un descenso del 6,98%. Estas caídas reflejan la incertidumbre en torno al futuro de sus proyectos en Estados Unidos, donde la compañía tiene una capacidad instalada de 2,8 GW y había anunciado recientemente la adquisición de dos parques eólicos.

El analista Manuel Pinto destaca que el modelo energético de Trump, centrado en combustibles fósiles, representa un desafío directo para empresas como Acciona, cuya estrategia depende en gran medida de la transición hacia fuentes limpias.

Por otro lado, Iberdrola también sufrió un retroceso en Bolsa, con una caída del 4,22%. Aunque su exposición al mercado estadounidense representa un 13% de su Ebitda, la empresa ha invertido fuertemente a través de su filial Avangrid, que gestiona activos por valor de 46.000 millones de dólares. A pesar del contexto adverso, Iberdrola mantiene perspectivas de crecimiento en áreas como eólica marina y solar fotovoltaica, con oportunidades de inversión que ascienden a 30.000 millones de dólares hasta 2030.

Finalmente, Solaria, aunque sin operaciones directas en Estados Unidos, vio sus acciones disminuir un 5,63%, arrastrada por el entorno general de incertidumbre. Esta empresa refleja cómo las políticas estadounidenses pueden tener repercusiones globales, afectando a mercados interconectados como el europeo.

Un futuro incierto para las renovables

Además de los impactos en inversiones y mercados, Trump planea desmantelar la oficina de energía renovable y eficiencia energética, un golpe a proyectos solares y eólicos. Paralelamente, se espera una relajación de las regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), beneficiando a las industrias del petróleo, gas y carbón, mientras se socavan los estándares de calidad del aire y el agua.

En este contexto, las empresas españolas deben enfrentarse a un entorno hostil que amenaza con frenar sus avances en sostenibilidad. A pesar de ello, firmas como Acciona, Iberdrola y Solaria, además de otras comercializadoras de luz españolas, siguen mostrando un compromiso con la descarbonización, aunque ahora bajo un panorama mucho más desafiante.

Desde luego que Iberdrola, Repsol, Naturgy o Acciona Energía tendrán que repasar sus estrategias empresariales en Estados Unidos tras alzarse Donald Trump con la victoria en las elecciones presidenciales de este martes, 6 de noviembre.

La victoria de Trump promete sacudir la política energética y ambiental de Estados Unidos, con amplias implicaciones para la producción de petróleo y del 'fracking' (gas de esquisto), también para el desarrollo de la energía eólica marina, la construcción de más plantas térmicas y las ventas de vehículos eléctricos (Elon Musk ha sido uno de sus principales apoyos en la campaña, y no solo aportando dinero).

Uno de los estados clave que le ha dado la victoria a Trump es Pensilvania, el corazón de la industria del 'fracking' (extracción de gas de esquisto), que el ahora nuevo presidente ha apoyado durante toda la campaña. El futuro apunta a más producción de gas, algo que Joe Biden tenían congelado.

Además, Trump hizo de los aranceles y las reducciones de impuestos elementos clave de su discurso ante los votantes y prometió en campaña perseguir las políticas climáticas que bautizó como la "nueva estafa verde".

Pero ¿qué pasará con la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de Joe Biden? Al estar ya en marcha desde hace dos años, si se suspendiera encontraría el rechazo de los correligionarios republicanos de Trump, que se opondrían a una derogación total de los créditos fiscales a la energía y la manufactura.

Ya son 18 los miembros republicanos del Congreso que enviaron una carta a Trump para que no la derogue. Aún así, Trump podría usar su autoridad ejecutiva para poner en marcha otros cambios que no beneficiarían las energéticas españolas, y lo que está claro es que las compañías de petróleo y gas están llamadas a ser las principales beneficiarias. Veamos como afecta a cada empresa:

Redes de Iberdrola

Estados Unidos es un mercado central para Avangrid (filial de Iberdrola en EEUU) y tiene compromisos de inversión orgánica de más de 30.000 millones de dólares hasta 2030 y, por el momento, espera cumplir en cualquier escenario.

Aunque tiene grandes proyectos eólicos marinos renovables con apoyos asegurados, el 80% de su negocio son sus redes. Como la regulación de redes depende de los estados, cada estado decide la suya y no la Administración Federal. Por tanto, los planes de la compañía no se verían comprometidos.

Iberdrola

En la última administración republicana (Trump), Iberdrola siguió creciendo e invirtiendo. Y también ha crecido e invertido con la administración de Joe Biden, al igual que previamente con la de Barack Obama. Avangrid, con sede en Orange, Connecticut, cuenta con unos 44.000 millones de dólares (unos 41.000 millones de euros) en activos y operaciones en 24 estados de EEUU.

A través de su negocio de redes, Avangrid posee y opera ocho compañías de electricidad y gas natural, que atienden a más de 3,3 millones de clientes en Nueva York y Nueva Inglaterra. Y en el negocio de renovables, superó este verano los 9.000 MW de capacidad instalada renovable eólica y solar, y tiene en cartera varios proyectos de eólica marina en la costa este del país.

Repsol

Estados Unidos sigue siendo un país fundamental en la Actualización Estratégica 2024-2027 de Repsol por sus activos energéticos de alta calidad, su entorno empresarial favorable y potencial de crecimiento. En el gigante americano, cuenta con activos de upstream en Marcellus Shale en Pensilvania, Eagle Ford Shale en el sur de Texas, Golfo de México y North Slope en Alaska.

Mapa de instalaciones, lineas de acción, y datos principales de Repsol

Repsol comenzó a producir electricidad en su primera planta solar en Estados Unidos en 2022 en Nuevo México y cuenta con más de 2 GW de capacidad de energía renovable instalada o en construcción en el país en la actualidadLa multienergética también tiene negocios de downstream en gas natural, crudo y comercialización y venta de productos.

Acciona Energía

Acciona Energía ha estado expandiendo significativamente su presencia en el mercado de energías renovables de Estados Unidos en los últimos años. La compañía tiene en Norteamérica un total de 2.800 MW instalados, a los que hay que sumar otros dos nuevos parques eólicos de 300 MW en Texas, que acaba de comprar por 186 millones de euros.

La firma dirigida por Rafael Mateo cuenta en el país con algunos de los proyectos renovables más destacados de su cartera. Es el caso de la planta fotovoltaica Red-Tailed Hawk, ubicada cerca de Houston. Con una capacidad de 458 megavatios pico (MWp), es el complejo solar más grande que la compañía ha construido hasta la fecha, similar a la mayor existente en España.También destaca la batería de Cunningham de 190 MW, uno de los mayores proyectos operativos de almacenamiento de energía en baterías de la red de Texas.

El equipo de Acciona en EEUU está involucrado en todos los aspectos de las energías renovables, incluyendo la financiación, construcción y desarrollo operativo de proyectos, así como la comercialización de energía.

Naturgy

Naturgy desarrolla actualmente en Estados Unidos una cartera de más de 30 proyectos basados en tecnología solar, con una capacidad superior a los 6.000 MWEn palabras de la propia compañía, se trata de un "mercado estratégico" para ellos. En 2021, Naturgy compró en Estados Unidos Hamel Renewables, una compañía de renovables especializada en solar y almacenamiento, con una cartera de proyectos de energía solar de 8 GW.

Este portafolio también incluía 4,6 GW de proyectos de almacenamiento de energía ubicados en nueve estados del país, de los que un total de 25 proyectos, que suman 3,2 GW solares y 2 GW de almacenamiento, podrían estar operativos antes de 2026.

En enero, Naturgy inició la construcción de uno de sus proyectos estrella en el país. Se trata de su segunda gran planta fotovoltaica en Estados Unidos, el proyecto Grimes, situado en el estado de Texas, que tendrá una capacidad de 210 MW.

Grimes se une a 7V Solar Ranch (240 MW), el primer proyecto de energía renovable desarrollado por Naturgy en Estados Unidos, que comenzó hace meses su operación con el primer vertido de energía a la red.


Fuente: Grupo ASE, Papernest

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