¿Es bueno aprender a desenvolverse en el trabajo desde muy ójvenes?

Trabajo y empleo

Imagen: The Wall Street Journal

Los adolescentes necesitan trabajos reales, no pasantías de élite. Ese fue un titular reciente de un artículo publicado en el WSJ, y pienso que la articulista Katie Roiphe ha dado en el clavo.

En los EE UU es bastante habitual ver a adolescentes dedicar un tiempo a pequeños trabajos como cortar el césped de los vecinos del barrio a cambio de unos pocos dólares. A través de estos trabajos infantiles, los niños obtienen una perspectiva que los ayudará a lo largo de sus vidas y sus carreras. Mas adelante cuando son adolescentes, y se ganan algo de dinero trabajando durante el verano en un almacén local, o ayudando al reparto, reciben como retribución un pequeño salario. No es que les solucione la vida, pero si les permite costearse algún capricho. Pero lo realmente importante no es lo que se ha ganado, es lo que se aprende trabajando.

Al ejercer esta actividad conocen y trabajan con personas que son muy diferentes a ellos: personas de todas las nacionalidades, orígenes y estatus, y esto ha sido bueno para ellos. Aprendieron a tener un jefe, a aceptar comentarios, a comportarse con los compañeros, a lidiar con las demandas de los clientes y a trabajar duro. A través de estos trabajos, los niños y los jóvenes obtienen una perspectiva que los ayudará a lo largo de sus vidas y sus carreras.

Gracias a estas enriquecedoras experiencias, los jóvenes han ganado confianza en si mismos, han conocido el ambiente del trabajo en la empresa, y comienzan a entender la dinámica del trabajo. Realmente aprecian el dinero que ganan y les encanta ver crecer su ahorro.

Los adolescentes necesitan para su formación mas trabajar, que invertir su tiempo y su dinero en costosas pasantías de élite, de dudosa utilidad en muchos casos, pues no enseñan lo que realmente importa en el trabajo, y que se aprende trabajando en un restaurante o en una tienda, escuelas en las que se recibe una clase magistral sobre cómo manejar exigencias poco razonables y deseos caprichosos, algo que es muy bueno aprender cuando se es joven para ponerlo en práctica cuando se es mayor.

La moda de que los adolescentes hagan pasantías prestigiosas o tengan “experiencias enriquecedoras” puede haber llegado demasiado lejos en el estrecho sector de la sociedad pudiente que puede permitirse este dudoso lujo,  y por tanto puede que merezca un replanteamiento.

En España, por término general, solo trabaja en estas edades aquel que lo necesita para subsistir. Algunos jóvenes trabajan para pagarse los estudios, colaboran en el mantenimiento de la familia, y dada la carestía de la vida, pocas posibilidades tienen de independizarse y valerse por si mismos sin la ayuda de la familia, y esto sucede incluso en los casos de familias pertenecientes a la clase media.

En cambio, los que si pueden, pues no trabajan a estas edades, porque o bien no ven la necesidad de hacerlo, o bien se disfruta mas estando de vacaciones, y así pierden la oportunidad de adquirir estas experiencias. El como moverse en el mundo del trabajo se aprende trabajando, y cuanto antes suceda este aprendizaje, mejor le irá al futuro trabajador.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Estados Unidos, el gendarme global que ya no es líder global

Los principios de la economía y el comercio en el metaverso

EL Salón de la IAA 2023 de Munich y el futuro del mercado del automobil