¿Cobrarán una pensión mis hijos en 2050?

Luisondome


Partamos de una premisa: Para que un sistema de pensiones sea sostenible, los ingresos tienen que ser superiores a los gastos. La salud de nuestro sistema de pensiones necesita de un equilibrio que depende de numerosos factores, el número de trabajadores, sus cotizaciones, su vida laboral, las aportaciones del Estado, etc.


El sistema de las pensiones de los españoles, es un asunto de Estado, y en esto hay un primer problema: Los partidos políticos gobiernan 4 años y plantean estrategias a corto plazo dejando que el siguiente gobierno lo solucione, si bien lo que hereda es una patata caliente con malas soluciones en el corto plazo que lo que consiguen es empeorar la situación del sistema, cuando lo que requiere es una reforma en profundidad y a largo plazo, es decir se necesita de un gran acuerdo de Estado entre todas las fuerzas políticas, para dar solución a un problema que afectará a todos los ciudadanos sin excepción.


Según publica El Economista, “el envejecimiento poblacional es el reto demográfico, social y económico de occidente durante este siglo. El progresivo retiro de la generación del baby boom, con una base de la pirámide demográfica ya debilitada por la leve natalidad, tensará financieramente los sistemas de pensiones públicos en Europa y, por supuesto, en España. El actual sistema arrojará un déficit del 4,5% del PIB a mitad de siglo -unos 54.000 millones de la actualidad- derivado de un mayor gasto en pensiones incapaz de ser absorbido por los ingresos pese al mayor esfuerzo que asumirán todas las nóminas en las próximas décadas”.


Actualmente, según los datos proporcionados por el Gobierno a 1 de mayo de 2023, la ratio de personas cotizando a la Seguridad Social en relación al número de pensionistas es de 2,41, lo que significa que hay 2,41 trabajadores pagando cada nómina de un pensionista. 


 La Voz de Galicia, puntualiza que las pensiones en el futuro sufrirán una merma. ¿Cómo? Pues extendiendo el calendario para su cálculo —a partir del 1 de enero del 2022, ya no contarán los 15 últimos años, sino los 25 antes de la jubilación También aumentará de forma progresiva la edad efectiva de jubilación. Bruselas calcula que se pasará de los 64,2 años (2019) a los 66,4 años en el 2050.


Por otro lado, la Comisión Europea calcula que un pensionista español que en la actualidad cobra el 70 % de su último salario, apenas llegará a percibir en el 2030 el 67 % de su último suelo y el 53 % si se jubila en el 2050. Un 41 % en el 2070.


¿Por qué estos ajustes? Porque todavía no se ha encontrado la fórmula para cuadrar el círculo y que los ingresos compensen los gastos. Entre el 2019 y el 2050 habrá aumentado en España el número de pensionistas desde los 9,9 millones a los 16,5. Se trata de la mayor oleada de jubilados de la Unión Europea, tras Francia. Sin embargo, en ese mismo período España perderá 2,1 millones de trabajadores ocupados, según las proyecciones del informe Ageing Report 2021, es decir, crece el número de pensionados, mientras se reduce el de trabajadores que ponen el dinero para su pensión. Por eso, además del recorte de las prestaciones, será necesario aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social para cubrir el desfase.


De esta manera, la carga sobre el futuro de las pensiones, que serán las suyas, recae sobre las generaciones más jóvenes, que con salarios cada vez más precarios, y una mayor presión fiscal, verán encarecido su esfuerzo sin que ello les suponga un beneficio a la hora de cobrar su pensión cuando les llegue, que además se verá mermada. Si a todo lo dicho, le añadimos los mayores porcentajes de dependencia, que se duplicarán en los próximos 30 años, pues la gravedad del problema se ve aumentada. Por cada mayor de 80 años en España habrá cuatro personas en edad de trabajar. Eso exige dedicar más gasto público a los cuidados, que no solo a las pensiones, vía impuestos o vía deuda, porque el dinero recaudado no alcanza para cuadrar las cuentas.


El sistema de pensiones podrá seguir siendo sostenible artificialmente si se transfiere su déficit a los Presupuestos Generales del Estado, pero ¿es esta la mejor solución? Un desequilibrio que va en aumento año tras año vuelve frágil a la economía, pues cubrir este deficit supondría absorber unos recursos que podrían destinarse al desarrollo, o a la educación, o a la sanidad, por ejemplo.


Hay tres grandes características que perfilarán el mercado laboral del futuro en España: habrá menos trabajadores ocupados, estarán en activo por más tiempo y serán más productivos. Hacia eso apuntan los expertos comunitarios. Según sus cálculos, el crecimiento de la productividad por hora trabajada en España será constante, desde el 0,6 % (2019) al 1,8 % del 2045, antes de enfriarse una décima cinco años más tarde. Pero en estas previsiones no se tiene en cuenta e efecto que los avances tecnológicos tendrán sobre el mercado laboral, porque muchos de los trabajos de hoy, los harán las máquinas.


Dicen los economistas que no solo España perderá trabajadores ocupados (2,1 millones), sino que la oferta de mano de obra en el mercado laboral de la UE, que ya empieza a escasear en muchos sectores como el transporte, la construcción o la pesca, se reducirá de forma inexorable, hasta contraerse un 16 % para el 2070, con una mayor caída entre los hombres. Ni siquiera el saldo neto migratorio positivo de 178.700 personas, le servirá a España para proveer a la economía de los trabajadores que necesita para sostener con holgura las pensiones.


En el futuro, también se trabajará por más tiempo. Desde los 38,9 años que notificó el Gobierno en el 2019 a los 41 años. Eso significa que los empleados sénior irán ganando cuota en el mercado laboral, aumentando la participación de los españoles entre los 65 y los 74 años desde el 4,5 % al 20,1 % en el 2050, algo que ya ocurre en países como Alemania, donde muchos trabajan en segundos empleos para complementar sus pensiones.


Vamos hacia un futuro en el que la automatización de la mayoría de los puestos de trabajo y el aumento de la esperanza de vida pueden poner en jaque a los sistemas de pensiones. Hoy en día cada recién nacido hereda una deuda pública de aproximadamente 25.000 euros, y la deuda no para de crecer. Además no debemos de olvidar que, aunque no nos lo parezca, el colapso del sistema también es una opción de futuro, y este colapso tendrá mas posibilidades de ocurrir, si quienes tiene que encontrar las soluciones a largo plazo, se dedican a cubrir parches, o directamente a mirar para otro lado.


En España tenemos los ciudadanos hoy un sistema de pensiones que es la envidia de muchos países, pero nuestra ceguera y nuestra falta de previsión, lo está poniendo en peligro. 

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