Evolución de la producción y la distribución en China

Luisondome

El 4 de enero de 2022, en el centro logístico de Kuaiyu Clothing Co., Ltd. en el Primer Parque Industrial de la Logística Inteligente del condado Deqing, ciudad de Huzhou, provincia de Zhejiang, los miembros del personal entregan los paquetes de mensajería exprés a los robots, conocidos cariñosamente como "personitas amarillas". Wang Shucheng/ Pueblo en Línea

En estos tiempos en que lo tenemos todo al alcance de la mano gracias a la compra online, el comercio alcanzó todas inusitadas que nadie hubiera previsto hace 30 años. Con la mejora de la renta de las poblaciones de los países emergentes, estas se suman a la fiebre consumista y el mundo prospera.


El ejemplo mas claro de esta evolución lo tenemos en China. Desde la muerte de Mao Tse Tung en 1976, y tras el fracaso de su política “El gran salto hacia delante”, desarrollada desde 1958, llegó Deng Xiaoping al poder, siendo este el autor del plan de reformas que transformaría ell país, y que lo han llevado hasta el lugar que hoy ocupa en el mundo, a punto de arrebatarle el liderazgo del comercio mundial a los mismísimos EE UU.


Manteniendo Deng un férreo control político del país, si liberalizó en cambio la economía impulsando la industrialización e invirtiendo en infraestructuras que hoy son la envidia del mundo. Comenzó con las reformas de la agricultura acabando con la colectivización y sustituyéndola por un sistema de responsabilidad en la producción con ingresos, en función del rendimiento. Es decir, las antiguas comunas populares serían ahora lotes privados en cooperativas o personales consiguiendo aumentar la producción agro-ganadera, y como consecuencia de este cambio, se produjo otro: millones e chinos de las zonas agrícolas, se fueron a la ciudad en busca de una mejor vida y de un trabajo que ya no tenían en el campo, pues muchos de ellos se vieron desplazados.


Centro logístico de Kuaiyu Clothing Co., Ltd. en el Primer Parque Industrial de la Logística Inteligente del condado Deqing, ciudad de Huzhou, provincia de Zhejiang,


De manera paralela y simultáneamente, se crearon las zonas económicas especiales para empresas extranjeras que estarían exentas de muchas de las regulaciones del estado, y que dio paso al famoso “Made in China” de un gran número de productos  de marcas extranjeras que deslocalizaron sus producciones por su menor coste. Las empresas europeas y norteamericanas que se instalaron en China aprovechando la mano de obra barata, contribuyeron de forma determinante al desarrollo tecnológico, a la producción de bienes y servicios y en el desarrollo de las exportaciones. El desarrollo económico de China a partir de las reformas de Deng, posicionaron a China como una gran potencia económica a nivel mundial, al convertirse en la fábrica del mundo. En diciembre de 2001, después de 15 años de arduas negociaciones, China se unió a la OMC, factor que contribuyó mucho a su desarrollo.


Socialmente, la población china a tenido un cambio de vida enorme en este periodo de tiempo. Los pobres agricultores de los años 60 y 70, y que ahora viven en grandes urbes, tienen un trabajo mejor remunerado y menos laborioso que el que tenían, y han incorporado a millones de sus habitantes al mundo del consumo.


Gracias a esta transformación, ayer se produjo un hito histórico que ningún medio occidental, bien sea generalista o especializado, ha contado: la Oficina Estatal de Correos china informó que el volumen comercial anual de la entrega urgente de paquetes (en su inmensa mayoría compras por internet), superó los 120 mil millones de piezas. Un 8,5% más que en todo 2022, y aún no acabó el año y la campaña navideña. Estos 120.000 millones de paquetes de mensajería exprés han viajado miles de millas. 


Al pie del monte Everest, en la ciudad natal ancestral de Zhaxi del condado Dingri, Tíbet, que se encuentra a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, la persistencia del servicio de mensajería permite que los paquetes de mensajería exprés de Beijing, Shanghai y Guangzhou lleguen en tan solo cinco días. Desde Shenzhen a Los Ángeles, un paquete de mensajería exprés se carga en el avión, cruza el Océano Pacífico, y se puede entregar en el domicilio al día siguiente.


Hagámonos una idea de lo que ocupan 120 mil millones de paquetes


El 21 de diciembre de 2021, en la terminal de contenedores Anji SIPG en la ciudad de Huzhou, provincia de Zhejiang, las grúas están cargando y descargando contenedores en el área de trabajo. Xia Pengfei/Pueblo en Línea


El paquete número 120.000 millones contabilizado por la oficina fue una entrega de flores frescas enviada desde Kunming el lunes por la noche. Fue enviado por tren de alta velocidad a Chengdu, en la vecina provincia de Sichuan y no tardó mucho tiempo en llegar al domicilio del comprador.


Diariamente, en China se envian más de 300 millones de paquetes a domicilios particulares por compras por internet, envíos que movilizan a cientos de miles de camiones y furgonetas que hay detrás de esas entregas individualizadas y rápidas, y que dejan una montaña de plásticos, cartones y emisiones de CO2 que hay detrás de la entrega rápida de 120 mil millones de paquetes. La verdad es que esta manera de recibir la mercancía a la puerta de nuestra casa es muy cómoda, y no pensamos en las consecuencias que trae a cambio en lo que a emisiones de gases GEI y acumulación de basura se refiere.

 

China se ha estado preparando para esta economía digital con nuevas infraestructuras de transporte a lo largo y ancho del país, y además, decenas de millones de chinos trabajan en la “economía de la entrega rápida”, como también se ha producido la digitalización de las tiendas de barrio, ya que millones de ellas sirven de pieza fundamental para la entrega de la última milla en las urbes chinas. Pero esto no está sucediendo en España o en Europa, al menos no al mismo nivel, y donde hay puntos de recogida, pocos los utilizan, porque prefieren que el paquete se lo lleven a casa.


Pongamos un ejemplo de como el país evoluciona su cadena de suministro: China está a punto de poner en servicio el primer aeropuerto de carga profesional del país, el aeropuerto Huahu de Ezhou, un "gran proyecto" bien merecido de la industria de logística exprés de China en los últimos años, y también es la primera vez que una empresa china de logística exprés ha ampliado su campo de inversión a las instalaciones aeroportuarias. Todo esto se deriva del rápido desarrollo de la industria y de los altos requisitos de puntualidad de los consumidores. Con Ezhou como centro, el círculo de vuelo de 1,5 horas puede cubrir el 80 % de la población del país y puede llegar a los principales aeropuertos nacionales en una noche y a los principales aeropuertos del mundo al día siguiente. Para 2030, se espera que el rendimiento anual de carga y correo del Aeropuerto Huahu de Ezhou alcance los 3,3 millones de toneladas.


Al mismo tiempo, China está invirtiendo en grandes plataformas logísticas a lo largo y ancho del mundo. En noviembre de 2021, los siete centros de distribución de Cainiao Network Technology Co., Ltd. en Lieja (Bélgica), Madrid (España), París (Francia), Bremen (Alemania), Roma (Italia), Budapest (Hungría) y Moscú (Rusia) entraron oficialmente en funcionamiento. No solo eso, Cainiao también ha lanzado más de 300 vuelos chárter, con una capacidad de carga estimada de más de 30.000 toneladas. En los últimos años, las empresas de logística exprés de China han acelerado su distribución en el extranjero y han construido un total de 240 almacenes en el extranjero con una superficie de casi 2 millones de metros cuadrados.


El vigoroso desarrollo de la industria de la logística exprés no solo ayuda a la industria manufacturera a reducir costos y aumentar la eficiencia a través de la integración de las dos industrias, sino que también facilita la salida de productos Made in China al extranjero en medio de la globalización. Es la respuesta china a la relocalización de las producciones que han emprendido algunos países europeos y en Norteamérica.

 

Poco se puede hacer con esa fuerza del comecio mundial que es China, y por su puesto que decisiones como las que tomó Apple de trasladar su producción a la India puede salirle cara. Ya no solo porque puede afectar a su grado de penetración en el mercado chino, sino porque el coste del traslado no va a abaratar los costes de producción de sus productos, y eso también irá a parar a su balance de resultados. Lo misma decisión tendrán que repensar otras empresas, pues en el momento actual puede que no les comprense relocalizar la producción, también por los cambios en la logistica que ello supondría. Hoy nadie puede competir con China en esas dos industrias, la de fabricación, y la de distribución.

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