Renta 2022: ¿A que duele mas con Sánchez apretando la tuerca?
Luisondome
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Ilustración de Erich Gordon |
Ayer dio comienzo la campaña Renta-2022, repitiéndose así la cita anual en la que más de 25 millones de contribuyentes nos confesamos fiscalmente ante la Agencia Tributaria. ¡Dios nos coja confesados!
La campaña iniciada ayer gira en torno al IRPF, y una vez mas, podremos los ciudadanos comprobar como los Socialistas nos vacían la cartera para engordar la del Gobierno, y es que estamos en año de elecciones, dos nada menos, y los socialistas, que no les va bien en las encuestas, van a necesitar mucho dinero para regar la finca patria para que produzca muchos votos, y que ellos así puedan "comprar" la producción y mantenerse en el poder otros cuatro años mas.
No es ya tan solo que el citado tributo sea un mecanismo que sobre-grava los sueldos, que es el componente que supone prácticamente el 90% de los rendimientos gravados, un porcentaje muy superior a la proporción que estos representan dentro de la renta nacional, sino que las últimas decisiones del Gobierno Sánchez lo han convertido en un instrumento de agresión contra la clase media. Recordemos al respecto que la nueva reducción sobre los rendimientos del trabajo personal, se aplica exclusivamente para los ingresos que estén por debajo de los 21.000 euros, excluyendo de la medida a una gran parte de los trabajadores, e incluso de los pensionistas, cuyo salario está por debajo de la media nacional.
Yo estoy en ese paquete, y acabo de presentar mi declaración, y por fortuna me sale a devolver, pero el gobierno me devuelve menos de lo que me tendría que reintegrar si hubiera deflactado las tarifas y las correspondientes deducciones, como se le pedía insistentemente desde la derecha, actualizando sus tarifas y sus deducciones fijadas en euros a la evolución seguida por el índice de precios al consumo, y a esto se opone el partido gobernante que presume de favorecer y proteger los intereses de los mas débiles.
De esta manera, se aprovecha ilegítimamente de la inflación haciendo tributar a los españoles por un aumento de los ingresos que lejos de ser real, es tan solo nominal.
Digámoslo en ALTO para que nos oiga todo el mundo: al Partido Socialista no le basta con exprimir a los mas ricos, sino a los que menos tienen igualmente. Se trata de una práctica tercermundista, alejada de cualquier ética pública y propia de los Gobiernos dictatoriales, que se comportan como sanguijuelas que no respetan la soberanía parlamentaria en las decisiones relativas a la fiscalidad.
De ese modo, utilizando la inflación como impuesto, el Gobierno está dandole una vuelta de tuerca más al expolio fiscal que practica sobre todos los españoles, TODOS, repito, imponiendo un expolio que ha situado nuestra presión fiscal al mismo nivel que la soportada por los alemanes, pese a que en Alemania la renta media supera en un 50% a la de España. Así, es evidente que el esfuerzo fiscal de los españoles es considerablemente mayor que el exigido a los alemanes.
Afortunadamente al menos, la distribución territorial de competencias entre las Autonomías y los Ayuntamientos, permite que los Gobiernos autonómicos mas sensibilizados con la ética pública y menos obsesionados con reducir la renta disponible de los contribuyentes, si hayan deflactado el IRPF en su tramo autonómico. Lo ha hecho Ayuso de Madrid, Juanma Moreno en Andalucía, López Miras en Murcia, Alfonso Rueda en Galicia, y Mañueco en Castilla y León -todas ellas gobernadas por el PP-, pero también Angel Torres en la de Canarias o Javier Lambán en Aragón, ambas gobernadas por socialistas, que deflactaron su tramo del impuesto, lo que viene a señalar en desde la izquierda no todos se comportan de la misma manera, ni tienen el mismo credo fiscal.
La diferente conducta de los Gobiernos territoriales relativa a la deflactación del IRPF, unido a sus decisiones previas en relación con el impuesto, determina que no sea insignificante la diferencia de las cargas tributarias que soportan los contribuyentes de cada una de las diferentes Comunidades. Es lo que tiene el disponer de la competencia, en este caso fiscal, por la que cada Gobierno queda retratado por el mayor o menor esfuerzo tributario al que obliga a sus residentes.
Como de todos es sabido, son los contribuyentes residentes en la Comunidad de Madrid los que menos han de aportar en el tramo autonómico del IRPF, dada la política fiscal moderada que viene aplicando desde hace años el Gobierno regional madrileño, siendo que este año la rebajó medio punto mas, prometiendo que el año próximo hará otro tanto. En el extremo opuesto, están los contribuyentes catalanes y los valencianos, que resultan ser los más exprimidos en el impuesto, toda vez que sus respectivos ejecutivos han optado por una fiscalidad agresiva, al estilo de la aplicada por el Gobierno de Sánchez. Espero que ahora, cada ciudadano que ha de pasar por el confesionario, sepa a que y a quien es debido ese dolor que se siente cuando ve que paga mas impuestos que otros ciudadanos que son como el, pero de otra Comunidad Autónoma. Eso también va en el voto. Espero que no lo olviden cuando acerquen el sobre a la urna en las dos elecciones que tiene por delante.
Y ahora, hablemos un poco de lo de Ferrovial…,
El Gobierno no solo gusta de apretar las tuercas fiscales a los ciudadanos, lo mismo hace con las empresas. Es inadmisible la carta enviada recientemente por la vicepresidenta Calviño a Ferrovial, en la que amenaza con graves consecuencias fiscales si la empresa decide llevarse finalmente su sede social a Holanda, y lo hace justamente cuando la decisión tiene que ser tomada el Jueves por los accionistas, en un intento escandaloso de presionar a estos.
Su contenido supone una clara amenaza para la compañía y para sus accionistas, al tiempo que también supone un intento de coacción a la propia AEAT, con el consentimiento de su ministra, y por supuesto del Presidente del Gobierno. Que se haya atrevido a reproducir casi literalmente el hito previsto en la legislación -ausencia de motivos económicos- como causa de exclusión del Régimen Fiscal Especial al que tienen derecho la sociedad y sus socios por la operación societaria que quieren llevar a cabo, y no lo digo yo, sino que lo afirma Ruiz Jarabo, pretendiendo anticipar así lo que sería la posición posterior de la AEAT –la que ella intentaría imponerle- es propio de regímenes totalitarios y bananeros.
Apreciar si existe o no una motivación económica válida en la operación proyectada por Ferrovial es competencia de la AEAT y no del Gobierno, por lo que resulta inaceptable la manifestación que por escrito se ha atrevido a hacer la vicepresidenta económica.
Cuesta entender que el pasado profesional de Calviño haya transcurrido en Europa, porque el de la Ministra Montero ya se sabe que proviene de la escuela socialista andaluza de gestión gubernamental, y de ahí puede salir cualquier cosa; dado que el Régimen Fiscal Especial con cuya inaplicación amenaza Calviño a Ferrovial es precisamente una norma comunitaria que está presente en nuestra legislación a través de una transposición de la legislación europea, por lo que se ve, y aunque cueste creerlo o no, con pasado europeo o no, cuando Sánchez hace ministro a cualquiera, pareciera que este se trasmuta, haciendo que sea difícil reconocerlo por su trayectoria pasada. Eso es el poder del Sanchismo, primero cambia a las personas, para así poder cambiar mas fácilmente el País, a lo que el quiere que sea.
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