Grandes despidos en las Grandes Tecnológica

Luisondome


La oleada de despidos masivos que están llevando a cabo a las Big Tech y que parece ser contagiosa, pues no hablamos de una, sino de varias de las mas grandes, como Google y Microsoft que  han sido la últimas en sumarse a esta terrible tendencia, no parece tener fin. La primera despedirá a 12.000 empleados, el 6% de su plantilla. La segunda ya ha confirmado que despedirá a 10.000 empleados, lo que representa cerca del 5% de su plantilla.


Antes que ellas ha habido otros casos notables. Amazon anunció el despido de 18.000 empleados, Meta de 11.000, Salesforce de 8.000 y Twitter de más de 4.000. El panorama es terrible, y más terrible aún es que se pueda resumir la gráfica que encabeza el artículo.  pues se ha pasado pasado de la guerra de talento de finales de 2021 a una época de vacas flacas en la que muchas empresas han tenido que ajustarse el cinturón. 


¿Donde reside entonces el problema?

Los tiempos de expansión de las grandes empresas llegan tal final de su ciclo, al cual siempre le acompañó un lenguaje un tanto mesiánico, personificado en sus CEO, profetas de la buena nueva tecnológica que habría de cambiar el futuro de la humanidad. En buena medida, así ha sido. 

Se trata de un escenario inédito para el "big tech". Amazon, Meta, Apple o Tesla se convirtieron en las grandes campeonas del capitalismo contemporáneo gracias a una mezcla de disrupción tecnológica, innovación empresarial, escalabilidad y gigantesca valoración bursátil. A su expansión siempre le acompañó un lenguaje un tanto mesiánico, personificado en sus CEO, profetas de la buena nueva tecnológica que habría de cambiar el futuro de la humanidad. En buena medida, así ha sido.


Sucede que toda transición toca en algún momento a su fin. Lo hemos visto a cuenta de los teléfonos móviles: sencillamente no tienen nada nuevo que contar, toda vez han revolucionado la vida doméstica y de millones de personas. Hoy las grandes tecnológicas afrontan un problema que otras industrias disruptivas afrontaron en el pasado: la normalidad, y con la llegada de la sucesión de crisis, se pliegan las velas y se reduce la marcha, y este es el problema de fondo en el que hoy se encuentran las empresas, y que está en que las estas habían sobre-contratado en unos tiempos que consideraban de bonanza y ante un futuro que pensaban continuaría siendo prometedor y expansivo.  Pero tras una pandemia global que lo desencajó todo, con una guerra en Europa que no termina nunca, y una crisis inflacionaria que están trastocando la economía mundial, han logrado que la situación macroeconómica actual se haya vuelto complicada, y los directivos de las grandes empresas (tecnológicas o no) tengan que tomar medidas y estén acudiendo a lo mas fácil para ahorrar costes de manera inmediata: los despidos.


La amenaza de una recesión es el otro gran problema que se les presenta a las grandes empresas. Por ello, además de despedir, las empresas también están congelando las nuevas contrataciones. Amazon es el mejor ejemplo: hace unos meses tenía 32.000 ofertas de empleo, pero hoy la cifra se ha reducido a menos de 299. Esta amenaza de recesión, es lo que mas temen las empresas en el momento presente, pues plantea dilemas importantes a los empresarios, e incluso gigantes como Google, uno de los pocos que de momento no parece acudir a despidos masivos, avisa a sus empleados que hay que mejorar las tasas de productividad para mantener los puestos de trabajo. La cosa no tiene pinta de que vaya a arreglarse pronto, tal y com afirma Bill Gates que avisa que  vienen años duros. 


Quizás es que ya nos hemos olvidado de la Burbuja de las Punto.com, que costaron 100.00 despidos, pero en esta nueva ola ya llevamos mas de 120.000, y suma y sigue. Si miramos las causas de los despidos empresa a empresa, estas son muy diversas. Desde empresas ineficientes que jamás han sido rentables y que sólo han gozado de enorme viabilidad financiera gracias al apoyo de los inversores (Twitter), en citado exceso de contrataciones presente en la mayoría de ellas, unos tipos de interés altísimos y una inflación descontrolada que está afectando a los mercados, unas transiciones llevadas a cabo en el peor momento y de manera alocada como la de Meta, empresa embarcada en una gran transición hacia un titubeante metaverso. Zuckerberg ha invertido ya €13.000 millones  en su particular proyecto, sin que por el momento los resultados (estéticos, reputacionales o técnicos) sean demasiado asombrosos. Las grandes tecnológicas han querido hacerlo todo en muy poco tiempo (coches autónomos, VR, publicidad, teléfonos móviles, software, nube, pagos) y la crisis ha re-escalado su enfoque.


Como podemos ver, hay de todo un poco, como en Botica, y los CEOS tienen que poner orden en sus empresas para no comprometer su futuro. Es por tanto el momento de hacer balance hoy y repensar el mañana.


Fuente: Xataka

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