El mercado de bonos y las burbujas financieras explicado a través de una metáfora

Luisondome

Maria es la propietaria de un bar de este país que ha comprado con un préstamo bancario. Como es natural, quiere que su nuevo negocio prospere rápido, y por ello pretende aumentar las ventas, y decide permitir que sus clientes, muchos de los cuales son clientes habituales en paro y trabajadores con salarios mínimos, bajo el slogan "beban hoy y paguen otro día". Por ello ha comprado un gran cuaderno en el cual va anotando  todo lo que consumen cada uno de sus clientes. Esta es una manera como otra cualquiera de concederles préstamos para financiar lo que consumen en su bar. Poco a poco, así van creciendo las ventas.

Nota: Pero en realidad, no le entra en caja ningún dinero físico.

Muy pronto, gracias al boca a boca, el bar de se empieza a llenar de más y más clientes. Como sus clientes no tienen que pagar al instante, Maria decide aumentar los beneficios subiendo el precio de la cerveza y del vino, que son las bebidas que sus clientes consumen en mayor cantidad. El margen de beneficios aumenta vertiginosamente.

Nota: Pero en realidad, es un margen de beneficios virtual, ficticio; la caja sigue estando vacía de ingresos contantes.

Un empleado del banco más cercano, muy emprendedor, y que trabaja de director en la sección de servicio al cliente, se da cuenta de que las deudas de los clientes del bar son activos de alto valor, y decide aumentar la cantidad del préstamo a Maria. El empleado del banco no ve ninguna razón para preocuparse, ya que el préstamo bancario tiene como base para su devolución las deudas de los clientes del bar.

Nota: ¿Vais pillando la dimensión del castillo de naipes?

En las oficinas del banco los directivos convierten estos activos bancarios en "bebida-bonos", "alco-bonos" y "vomita-bonos" bancarios. Estos bonos pasan a comercializarse en forma de paquetes en los hay de todo, y van cambiando de manos en el mercado financiero internacional porque su valor especulativo crece como la espuma. Nadie comprende en realidad qué significan los nombres tan raros de esos bonos; tampoco entienden qué garantía tienen estos bonos, ni siquiera si tienen alguna garantía o no. Pero como los precios siguen subiendo constantemente, el valor de los bonos sube también constantemente.

Nota: El castillo de naipes crece y crece y no para de crecer, pero todo es un camelo; no hay detrás solidez monetaria que lo sustente. Todo son "bonos", es decir, papelitos que "representan" tener valor siempre y cuando el castillo de naipes se sostenga.

Sin embargo, aunque los precios siguen subiendo, un día un asesor de riesgos financieros que trabaja en el mismo banco (asesor al que, por cierto, despiden pronto a causa de su pesimismo) decide que ha llegado el momento de demandar a Maria el pago de su préstamo bancario; y Maria, a su vez, exige a sus clientes el pago de las deudas contraídas con el bar. Pero, claro está, los clientes no pueden pagar las deudas. Maria no puede devolver sus préstamos bancarios y entra en bancarrota.

Nota: Y Maria pierde el bar.

Los "bebida-bonos" y los "alco-bonos" sufren una caída de un 95% de su valor. Los "vomito-bonos" van ligeramente mejor, ya que sólo caen un 80%. Las compañías que proveen al bar de Maria, que le dieron largos plazos para los pagos y que también adquirieron bonos cuando su precio empezó a subir, se encuentran en una situación inédita. El proveedor de vinos entra en bancarrota, y el proveedor de cerveza tiene que vender el negocio a otra compañía de la competencia.

Nota: Porque los proveedores de vinos y cervezas también le fiaban a Maria, creyendo que estaban seguros de que cobrarían con creces al cabo del tiempo. Como no han podido cobrar, dado que el dinero no existe, la deuda de Maria se los ha comido a ellos también.

El gobierno entonces interviene para salvar al banco que ha entrado en crisis por los agujeros de su balance que le obliga a hacer fuertes provisiones, tras conversaciones entre el presidente del gobierno y los líderes de los otros partidos políticos. Para poder financiar el rescate del banco, el gobierno introduce un nuevo impuesto muy elevado que pagarán no solo los que consumen bebidas alcohólicas, sino también los abstemios.

Nota: Es así como se financian las crisis. Con los impuestos de los ciudadanos inocentes, los gobiernos tapan los agujeros financieros creados por la estupidez y la avaricia de los especuladores y los bancos.

Este artículo fue escrito en el año 2013, en la anterior crisis financiera.

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