Cómo la guerra en Ucrania está poniendo en riesgo nuestros sistemas alimentario

 McKinsey&Co.

Imagen de portada de la newsletter

Hasta la invasión rusa de Ucrania, los sistemas alimentarios mundiales parecían resilientes, capaces de responder a las señales de precios en el mercado.

Pero la guerra está provocando una escasez masiva de alimentos y subidas de precios, lo que lleva a una crisis humanitaria que se extiende mucho más allá de las fronteras de Ucrania. A medida que continúe el conflicto, será cada vez más difícil alimentar a las poblaciones más vulnerables del mundo y minimizar el sufrimiento si las partes interesadas globales no responden con un plan de acción de emergencia colaborativo.

EFECTOS ONDULADOS PELIGROSOS

Se estima que 1.700 millones de personas, la mayoría de ellas en economías en desarrollo, podrían sufrir mucho debido a la mayor inseguridad alimentaria, los precios de la energía y la carga de la deuda, según el Equipo de Trabajo de la ONU para el Grupo de Respuesta a Crisis Globales.

Los efectos serán más severos en los muchos países donde los alimentos representan más del 40% del gasto de los consumidores, incluidos Pakistán, Guatemala, Kenia y Nigeria, y para las poblaciones más vulnerables en todas partes.

Veamos los factores detrás de esta crisis:

  • Rusia y Ucrania suministran el 28% del trigo y el 69% del aceite de girasol del mundo.
  • Otros países líderes en la exportación de alimentos han anunciado prohibiciones de exportación o restricciones de licencias, un duro golpe para los países que dependen de los alimentos importados.
  • Los precios de los fertilizantes están subiendo debido a las sanciones y las interrupciones del transporte, lo que afectará gravemente a las poblaciones expuestas en los años venideros.
  • El aumento del costo del combustible perjudica a los agricultores y afecta el transporte terrestre de última milla, que representa hasta el 40% de los costos de los alimentos en muchos países en desarrollo.
  • Los niveles de deuda se han disparado en muchas economías en desarrollo debido al gasto por la pandemia, y los gobiernos están luchando para respaldar el costo en rápido aumento de los alimentos, los fertilizantes y el combustible.

UNA RESPUESTA RÁPIDA

Lo que necesitamos ahora es una respuesta coordinada e inmediata que satisfaga las necesidades más apremiantes de las personas brindando ayuda humanitaria en forma de alimentos, apoyo financiero, semillas, insumos, herramientas y asistencia técnica.

Además, las instituciones multilaterales y los acreedores bilaterales deben buscar el alivio y la reestructuración de la deuda para dar a los países afectados la liquidez financiera que tanto necesitan. Esto facilitará que los gobiernos proporcionen fondos de redes de seguridad de emergencia y apoyen a sus poblaciones.

A más largo plazo, necesitaremos soluciones que aborden los productos básicos comercializados a nivel mundial y la producción nacional para evitar la prolongación o el empeoramiento de la crisis alimentaria mundial, junto con medidas preventivas para aumentar la seguridad alimentaria de los más vulnerables.

Las partes interesadas de todos los sectores tienen un papel que desempeñar: 

No se proporcionó texto alternativo para esta imagen

La crisis actual brinda la oportunidad de repensar y reparar nuestros sistemas alimentarios. Necesitamos hacerlos más equitativos, resilientes y receptivos para que estemos preparados para la próxima crisis. Pero lo más importante es que la comunidad mundial debe unirse ahora para aliviar el sufrimiento que esta guerra está causando en Ucrania y en todo el mundo.

El Artículo original se puede leer en inglés en BCG

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lilly ya es el mayor laboratorio farmacéutico del mundo

Bienvenido al apocalipsis de escasez

La cuasi-inflación de 2021-2022: un caso de mal análisis y peor respuesta