El descontrol del precio de los alimentos: una amenaza global

Luisondome

Gráfico: Alvaro Merino, EOM

Desde que se inició 2020 hasta hoy, el mundo no hace otra cosa que encadenas crisis de todo tipo que lo está poniendo todo del revés. Todo se inició con la pandemia de Covid-19 que nos encerró a todos en nuestro país, estranguló la economía por el cese de actividad en el tejado productivo, la disminución de la demanda y la reducción de la oferta. Cuando todo parecía iniciar su recuperación, un barco se atraviesa en el Canal de Suez y bloquea la cadena de suministro, que desde entonces no ha parado de tener problemas, unas veces por la congestión de los puertos, otras veces por la falta de contenedores, y desde entonces por el encarecimiento de los fletes marítimos que multiplicaron por 10 sus precios.

Gráfico: Joaquín Domínguez, EOM

Ahora llevamos unos meses sufriendo las consecuencias provocadas por la Guerra de Putin que invade Ucrania, el primer productor mundial de trigo y girasol, un bien necesario para la economía alimentaria global. Desde entonces, varios países han impuesto restricciones a la exportación de determinados artículos, como aceites, cereales o legumbres, que han roto los mercados alimentarios mundiales.

Gráfico: Alvaro Merino, EOM

Según el IFPRI, hasta 19 estados han establecido algún tipo de medida proteccionista desde Marzo de 2022, es decir, tras el comienzo de la Guerra de Ucrania, siendo estos países los grandes productores y exportadores de alimentos a escala mundial, entre los que están Rusia y Ucrania, pues ambos acaparan un cuarto de las exportaciones mundiales de trigo, y dos tercios de las exportaciones de girasol. Indonesia o Argentina, grandes exportadores de aceite vegetal el primero y de soja el segundo, también han impuesto restricciones a la exportación. India, el segundo país mas poblado del mundo, también le echó el cerrojo a las exportaciones de trigo. España está en el sexto lugar del mundo en importaciones de alimentos, por lo que somos claramente dependientes (ver gráfico superior).

El IFPRI afirma que casi el 17% del comercio mundial de alimentos (medido en calorías) se está viendo afectado por estas limitaciones a las exportaciones, que además están causando una gran subida en los precios, desatando todo tío de tensiones inflacionarias que está causando grave daño en la población mas necesitada, pero que, diferencia de las crisis anteriores, esta crisis actual amenaza con prolongarse en el tiempo disparando aún mas los precios de los alimentos.

Grafico: Alvaro Merino, EOM

Si lo vemos por regiones, la crisis se está cebando especialmente con algunas de ellas. El Magreb, Asia Central, Oriente Próximo, por ejemplo, son de las mas golpeadas por las medidas proteccionistas, dada su dependencia de estas exportaciones que ahora se ven restringidas. El grado de afectación llega al 50% en el caso de Siria, Egipto o India, pero en el caso de Uzbekistán y Arzebaiyán este porcentaje se eleva hasta el 70%, lo que está causando graves daños a la economía del esos países, que se ven obligados a pagar mayores tasas, impuestos y costes de transacción y transporte que es lo que lleva a la subida de los precios y a una inflación desbocada. Algunos de los países mas expuestos ya han entrado en Default, no haciendo frente al pago de su deuda porque no tienen recursos para ello. 

Gráfico: Jose Luis Marín, EOM

Es el Caso de Sri Lanka que lo ha hecho por primera vez. y que está sufriendo escasez de alimentos, medicamentos y combustibles, con continuos apagones que están causando fuertes protestas en la población. Túnez, Egipto y Turquía (este ultimo con una inflación del 70%), están bajo la lupa del FMI, pues sus monedas se están desvalorizando fuertemente. Todos los países con bajos recursos están pagando por situación parecida.

Según la FAO, en Marzo de 2022,  el índice de precios de los alimentos batió su récord histórico al alcanzar los 166 puntos, superando los 138 puntos de la crisis de 2011. Según la ONU, el número de personas que sufre inseguridad alimentaria en el mundo se ha duplicado, pasando de 135 millones a 276 millones.

Gráfico: Jose Luis Marín, EOM

Si ha todo lo dicho, le sumamos el daño que la crisis climática responsable del calentamiento global, y la desertización, mas la seguía pertinaz que está arruinando cosechas, el panorama a futuro no pinta nada bien. Los precios de los alimentos, van a seguir subiendo encareciendo el carro de la compra y disparando la inflación, empobreciéndonos a todos. Aún así, seguimos desperdiciando ingentes cantidades de alimentos que van directamente del productor a la basura, si haber salido al mercado, algo que la humanidad no se puede permitir. Algo habrá que hacer al respecto.

Gráficos: EOM

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