Sobre las fluctuaciones del precio del gas en Europa

Luisondome


El vínculo de la guerra en Ucrania con la gestión directa del precio del gas y del petróleo, es innegable, y lo ha sufrido el mundo entero. El precio del gas es uno de los muchos efectos que este conflicto bélico está teniendo en la sociedad, y si bien era de esperar que este se elevara, la realidad de hoy nos muestra que Europa pudo finalmente revertir la situación, y si lo hubiera hecho entes, incluso podría haber tomado la delantera en la “guerra del gas” contra Rusia. 


Rusia es uno de los principales exportadores de gas natural del mundo, pues precisamente el 41% del gas natural requerido por la Unión Europea proviene de allí, lo que equivale a unos 160 mil millones de metros cúbicos. Si bien España particularmente no es tan vulnerable, ya que solo el 10% del gas que se consume en el país procede de Rusia, otros países europeos dependen casi por completo de él, especialmente Alemania y los países Bálticos, y ellos sí influyen directamente en el precio del gas del mercado Español.


El precio del gas tiene su origen en el TTF, o Title Transfer Facility, que es el nombre del mercado virtual del gas de Países Bajos, el cual es usado como referencia para definir el precio del gas a nivel europeo. Incluso en aquellos países que cuentan con un mercado propio, como es el caso de España con el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas), el precio neerlandés se utiliza como índice de referencia para determinar su precio a nivel nacional.

La guerra en Ucrania y el precio del gas

El conflicto bélico tuvo origen el 24 de Febrero del 2022, día en el que las tropas Rusas invadieron territorio Ucraniano. A esta fecha, el precio del gas en el TTF se encontraba en 134,32€/MWh y el MIBGAS se fijaba en 113,05 €/MWh. Una semana más tarde ya había subido a 195,08€/MWh, casi un 73% de aumento, y alcanzó su máximo nivel la última semana de Agosto con un precio de 339,20 €/MWh en el mercado de Países Bajos y 240€/MWh en el español. 


Una de las razones de esta subida en el precio del gas es debido a las sanciones impuestas por Europa a Rusia por medio de la paralización de la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2 que recorre el Mar Báltico uniendo Rusia con Alemania. Debido a esto, cayeron un 55% las exportaciones de gas ruso en 2022, según anunció la compañía rusa, que entregó 62.000 millones de m3 a Europa en 2022, frente a los 138.000 millones de 2021.


Si bien el precio del gas afecta a la electricidad, ya que muchas centrales europeas queman gas para producir electricidad, estas variaciones de los precios al por mayor no se reflejan directamente en el precio de la luz cobrados a los consumidores, ya que las compañías de luz suavizan sus tarifas.

El precio del gas más bajo que antes de la guerra

En lo que va de Febrero del 2023 el precio del gas osciló sobre una media de 56,04€/MWh, menor que el precio más bajo visto en 2022 antes del inicio de la guerra, que fue de 68,50€/MWh el 15 de Febrero del 2022.




En parte esta caída de precios se explica porque Europa llenó sus reservas el verano pasado y porque los pronósticos meteorológicos de este invierno apuntaron temperaturas superiores a las normales en la mayor parte de la región. Esto llevó a la disminución de la demanda de gas, ya que hogares y empresas redujeron voluntariamente su consumo, y ayudó a Europa a evitar agotar sus reservas demasiado pronto durante el invierno boreal.


En parte también se debe a que Europa tuvo mucha suerte con el invierno de este año, pues este fue mas cálido que frío, y por ello las naciones pudieron evitar una crisis energética y toda vez que la peor amenaza de clima frío del año está por terminar antes que tarde.


Pero el problema ahora es que las naciones europeas acumularon tanto gas natural en el período previo al invierno que el valor de mercado de esas reservas se ha depreciado drásticamente. El precio de referencia de los futuros del gas natural se ha desplomado un 28 % este año y se cotiza aproximadamente un 85 % más barato que los máximos históricos alcanzados en agosto. En ese momento, el gas natural costaba a los compradores unas 10 veces más de lo habitual antes de los meses de invierno.


Hay que recuerdas que la mayor parte de la volatilidad en los mercados energéticos en el último año se remonta a la invasión rusa de Ucrania en febrero pasado. Como proveedor de energía clave para Europa, muchos temían que Rusia cortara los flujos de gas natural en represalia por las sanciones occidentales.


Esas preocupaciones empujaron a los compradores europeos a importar la mayor cantidad posible de gas natural de otros países para rellenar sus instalaciones de almacenamiento en preparación para el clima frío.


Afortunadamente, las temperaturas más cálidas ganaron la temporada. Europa disfrutó de su tercer enero más caluroso el mes pasado, lo que significa que la gente usó menos calefacción y, por lo tanto, menos gas natural. Pero según un análisis de datos de Bloomberg de Gas Infrastructure Europe, los inventarios regionales de gas natural están en su nivel más alto en años.


Eso significa que cualquier venta de la reserva en el mercado al contado tendrá pérdidas, y cualquier pérdida a nivel gubernamental podría ser asumida por los contribuyentesPuede que los compradores intenten mantener ese gas almacenado hasta que los precios suban potencialmente el próximo invierno o más adelante,  pero parece poco probable que los compradores puedan recuperar sus costos de compra en su totalidad a menos que el mercado se ajuste drásticamente.


En cuanto a Rusia, que hasta la historia reciente se encontraba entre los actores energéticos clave del mundo, el país ahora tiene un papel mucho más reducido. Un ex funcionario de Gazprom le confesaba a Reuters esta semana que “El trabajo de cientos de personas, que durante décadas construyeron el sistema exportador, ahora se ha tirado por el retrete”.


Otra causa es que Europa consiguió sustituir gran parte de los flujos frenados por Rusia con otras alternativas, ya sean combustibles fósiles, energías renovables o Gas Natural Licuado. La Unión Europea ha llegado a reducir su dependencia del gas ruso en aproximadamente un 80% en menos de un año. Bien es cierto que Alemania por ejemplo reabrió la extracción de carbón, y puso de nuevo en funcionamiento sus centrales térmicas que lo hacen alimentándose de este combustible, desistiendo de sus objetivos de reducción para detener el calentamiento global.


Si aumenta la competencia entre Europa y Asia por obtener gas natural licuado (GNL), justo en el momento en que la economía y la producción en China se están recuperando, su precio subirá y no será una alternativa tan atractiva al lado del gas natural. Asimismo, si hay una ola de frío, aumentará el consumo de gas e inevitablemente su precio también. Por ende, si bien estos resultados muestran que Europa pudo revertir la situación, el futuro del precio del gas en el mercado sigue siendo incierto e impredecible, so pena de que se expanda pronto y considerablemente la producción de energías limpias y renovables.



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