¿Es la crisis energética de Europa un anticipo de la de Estados Unidos?
Europa tiene la culpa de la escasez y el aumento de los precios, pero Washington está copiando muchas de sus políticas.
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Una gasolinera Asda muestra una señal de que se ha quedado sin combustible en Cardiff, Gales, el 26 de septiembre. MATTHEW HORWOOD / GETTY IMAGES |
Por Brenda Shaffer, profesora de la Escuela de Posgrado Naval de EE. UU.
Traducido por L. Domenech
5 DE OCTUBRE DE 2021
Una crisis energética está afectando a casi todas las partes del mundo, marcada por precios récord de la energía, escasez de suministros y cortes de energía. Algunos de los países más ricos del mundo y estados de EE UU, como California, han estado luchando por mantener estables sus sistemas eléctricos.
La primera crisis energética en décadas ha sido un shock para muchos, que parecen haber olvidado cómo la inseguridad energética repercute en todas las esferas principales de la vida pública: la economía, la seguridad nacional, el medio ambiente y la salud pública. Como el bien más comercializado del mundo, la energía está involucrada en todo lo que compramos y consumimos, por lo que los precios de la energía y la escasez tienen un impacto significativo en el crecimiento económico. Dado que la energía es el insumo más importante en la fabricación, la estabilidad de precios y suministros es clave para la competitividad económica. La electricidad y los combustibles para la calefacción, la cocina y el transporte son elementos importantes en todos los presupuestos familiares, y los aumentos de precios afectan de manera desproporcionada a los pobres. Del mismo modo, las instituciones y la infraestructura gubernamentales necesitan suministros de energía estables y asequibles para funcionar, lo que pone en riesgo la seguridad y la salud públicas cuando el suministro de electricidad no es estable. La seguridad energética debe tratarse como seguridad nacional y los gobiernos deben garantizarla.
La actual crisis energética es particularmente aguda en Europa. Los precios del gas natural, el carbón y la electricidad se han disparado, lo que ha provocado protestas por las facturas de electricidad de los hogares en España, escasez de gasolina al estilo de los años 70 en Gran Bretaña y suministros preocupantemente bajos de gas natural en gran parte del continente, ya que un invierno posiblemente muy frío se acerca muy rápido.
El artículo original se puede leer en inglés en Foreing Policy
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