¿Crecimiento, o inflación?

Luisondome


Sábado, 12 de Marzo, 2022. Tenía la televisión encendida, pero con el volumen al mínimo y no le estaba prestando atención. Estaba la emisora emitiendo un noticiario y es entonces cuando leo un titular:  ¿Crecimiento, o inflación? Al subir el volumen escuche que se refería al dilema que se le presentaba a la Unión Europea de elegir entre continuar financiando la recuperación económica tras el deterioro sufrido por culpa de la pandemia, o intentar controlar la inflación desbocada causada por culpa del conflicto de Rusia con Ucrania. 

Por mi parte, la elección me vino de inmediato a la cabeza: Mejor controlar la inflación, que continuar enviado dinero a los mercados para financiar la recuperación.


La razón es mas que evidente. La inflación daña a todo el mundo, pero con mayor saña a las capas de población mas frágiles y a las clases medias, que no se podrán recuperar después o tardarán en hacerlo. 


El parón en la recuperación económica también perjudica a todos, pero sobre todo a las empresas y al comercio, alcanzando el daño a los mas pudientes, los que tienen un colchón dinerario para amortiguar el golpe, y que facilitará posteriormente su recuperación en un plazo de tiempo razonable.


El peor de los escenarios posibles en economía y calidad de vida es el de la estanflación, entendiendo esta como la suma de crecimiento 0, o decrecimiento+inflación+paro. La combinación de estos tres factores es la que es mas capaz de llevar a la ruina económica a millones de personas que se quedan sin recursos a merced de la caridad. Esto es lo que hay que evitar sobre todo.


En un escenario de estanflación

Todo el mundo sabe que inflación es el aumento en espiral de los precios, pero no todos tiene tan claro cuales son las consecuencias de una espiral de inflación. Estas son algunas de ellas.

  • La inflación es una de las grandes causas de que se encarezca todo lo básico: los alimentos, la energía, el vestido, la movilidad, etc., reduciendo la capacidad adquisitiva de la gente de manera progresiva hasta que esta no llega siquiera para cubrir las necesidades de subsistencia. 
  • La subida de los precios de algunos de estos elementos, por ejemplo de los precios de la energía, por si solos desencadenan incrementos de precios de otros artículos de los que depende su producción. Sucede con las industrias electro intensivas.
  • La subida de los precios, incrementa el coste de la vida, y hace perder poder adquisitivo a los trabajadores y consumidores en general.
  • La pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, lleva directamente a una reducción de la capacidad de consumo, que cuya primera consecuencia directa es la reducción de la demanda, que lleva a las empresas a reducir la capacidad de producción, lo que les obliga a despedir a mas trabajadores en una espiral que gira sobre si misma.
  • La presión social y sindical se incremente sobre la patronal y los gobiernos para no perder capacidad adquisitiva, lo que lleva al incremento de la tensión social y a su vez a la conflictividad social.
  • El encarecimiento del sostenimiento de la fuerza laboral, lleva a las empresas a la rescisión de contratos y a enviar a miles de trabajadores a engrosar las listas de desempleo, lo que contribuye a su vez el incremento de la tensión social.
  • El engorde de las listas de desempleo lleva a los gobiernos de los países a detraer recursos públicos de determinadas partidas para dirigirlos hacia las ayudas a la subsistencia de miles de personas, restando la capacidad de inversión de un país.
  • La pérdida de producción económica de las empresas lleva a la contracción del PIB del país, y a su capacidad de generar nuevos recursos económicos.

Para reducir la inflación, una de las primeras medidas que toman las autoridades económicas es la subida de los tipos de interés, y la retirada de masa monetaria para enfriar la economía, pero a la vez esta medida empeora las condiciones de la deuda que se encarece por la subida de los tipos de interés.

  • Ante la situación de inflación, lo que se endurece por tanto es el endeudamiento de personas, empresas e instituciones. 
  • El incremento de la deuda tiene un límite crítico, y es la capacidad del deudor para pagar su deuda. 
  • Cuando este límite se sobrepasa, empeora la calificación de su deuda, lo cual conlleva el tener que asumir tipos de interés tanto mas altos, cuanto peor es dicha calificación, reflejo de su situación. 
  • Cuando el deudor ya no puede hacer frente a los pagos de su deuda, incurre el default. En ese momento ha perdido su capacidad de pedir prestado dinero, y se queda sin salidas económicas.

Lo peor de esta situación es que es la mas difícil de revertir, pudiendo ser incluso imposible el darle una salida, salvo que alguna institución decida salir en su rescate, y este no ha de ser gratis, tal y como lo vimos con el caso de Grecia en la salida de la Crisis de 2008. Estos rescates han de estar condicionados a la asunción de grandes sacrificios por parte de los ciudadanos del país rescatado, condiciones que imponen quienes les prestan los recursos para salir de la crisis, recibiendo a los hombres de negro que han de vigilar el cumplimiento de las condiciones impuestas.


En un escenario de crecimiento 0, o de decrecimiento


Ante una situación de pre-guerra o de guerra como la que nos encontramos, las necesidades de un país cambian abruptamente. Ante la perentoria necesidad de tener que defenderse de un posible ataque, los países que se encuentran en peligro, necesitan reforzar sus capacidades de defensa y su resistencia. Los recursos disponibles han de ser dirigidos a cubrir estas necesidades. Pero estos recursos han de ser detraídos de proyectos de desarrollo en marcha que se posponen, o de necesidades cuya prioridad ya no es tan importante, ni tan necesaria. La consecuencia mas directa es que el crecimiento de determinados sectores de detiene o se reduce, en favor de otros considerados mas importantes para el país en ese momento. 


Los sectores armamentísticos, o los relacionados con la defensa, que en tiempos de paz disponían de presupuestos de mantenimiento, se ven fuertemente incrementados por las necesidades de adquisición de armamento nuevo o de materiales de defensa, o de incremento de las reservas de materias primas o estratégicas que garanticen el sostenimiento de las necesidades básicas del país.


Los sectores críticos y estratégicos, como el sector primario, el energético, el logístico, el alimentario, el sanitario, determinados sectores industriales como la industria del acero, del aluminio, de la electrónica, de comunicaciones, etc., determinadas empresas como las cibernéticas, las del transporte, etc., se ven reforzados ante la necesidad de ser los que asumen la responsabilidad de sostener al país.


Otros sectores no esenciales, como el de la hostelería, el turismo, el textil, el de la moda y muchos otros mas, se ven abocados a la ruina o a un cierre que puede ser temporal, en espera de que la situación cambie, o definitivo, dependiendo de la capacidad de resistencia de que disponga el empresario y de la decisión de aguantar con su negocio o empresa.


La reversión de esta situación depende como ya dije,  de que la situación cambie, y de que mejoren las perspectivas para poder recuperar la actividad de la empresa con mínimas garantías. Solo en este caso podríamos ver como los negocios vuelven a abrir sus puertas y como estos poco a poco van recuperando sus clientes. La economía en este momento vuelve a resurgir, y la tendencia poco a poco cambia desde el decrecimiento al crecimiento. Este modelo de recuperación solo es posible si la inflación está contenida y los intereses financieros permanecen controlados.

  • Para favorecer el crecimiento, hay que dar facilidades para la inversión. 
  • La posibilidad de invertir, va en la mayoría de casos asociada al endeudamiento. 
  • La posibilidad de acceder a los créditos, se ve favorecida por los bajos tipos de interés. 
  • Los tipos de interés los marcan los bancos centrales de cada país y las Instituciones Financieras Globales. 

Son por tanto estas instituciones las que ahora se tienen que enfrentar al dilema de crecimiento, o inflación, pero: ¿Por donde empezamos?


Las Autoridades de la Unión Europea, como las de muchos otros países tienen que dar respuesta a este dilema, que implica una importante decisión para encontrar la mejor salida para esta nueva crisis, y la verdad es que no lo tienen fácil. Yo no quisiera estar ante semejante responsabilidad, porque sobre ella pesa el futuro de la Eurozona. 


La decisión se ve perjudicada por los intereses contrapuestos de cada uno de los 27 países que componen la Unión Europea.

  • Los del norte, frente a los del sur; los grandes dependientes de la energía rusa, frente a los que no lo son tanto. 
  • Los que tienen frontera con la zona de conflicto, frente a los que ven el conflicto desde la distancia. 
  • Los gobiernos de derechas, frente a los de izquierdas. 
  • Los países industrializados, frente a los que no lo son tanto. Las potencias económicas, frente a los de economías mas débiles. 

Europa a dado grandes pasos hacia la reunificación, pero las diferencias entre países y culturas son muy grandes, lo que hace que los intereses de cada país se sobrepongan a los de la Unión Europea. Lo vimos en la salida del Reino Unido de Europa tras el Brexit. 


Durante la crisis de la pandemia por Covid, pudimos ver al principio cierta unión en las decisiones a tomar, pero esto duró poco. Pronto pudimos comprobar como cada país tomaba sus propias decisiones, que iban en sentido contrario a las de los países del entorno. Unos cerraban fronteras mientras otro las abrían. Unos conseguían tasas de vacunación muy altas, mientras otros fracasaban en el intento mientras veían como crecían los antivacunas. 


Todos pudimos ver como se repartían las vacunas al principio de la pandemia: primero yo, y después los demás. La solidaridad es algo que no cuajó a lo largo de la pandemia, ni dentro de la Unión Europea, ni fuera de ella. Mal precedente para la superación de la situación de pre-guerra actual.


Si Europa decidió cambiar de táctica, con respecto ala de la crisis de 2008, cuando tomó las decisiones para la recuperación económica tras la pandemia, y acertó en la decisión, aun a pesar de su interrupción por la decisión de Putin de invadir Ucrania, y tiene que decidir que rumbo tomar para salir de esta crisis, ha de hacer otro tanto ahora.


En mi opinión la primera decisión a tomar es, si Europa es capaz de ir bajo el lema de TODOS A UNA, o si cada uno va por su lado en función de sus intereses de país. Yo creo que la mejor decisión entre las dos, es la primera, y el compromiso frente a esta decisión a de ser franco, fuerte e inquebrantable. A partir de aquí se decidirá todo lo demás. Veremos que es lo que pasa.


Yo espero que nuestros dirigentes estén a la altura de las circunstancias actuales. Será la única garantía de que nuestras democracias se mantengan fuertes, y no se conviertan en hipocracias, según el término inventado por Charlie Robinson, por el cual la hipocresía de los políticos, sumados sus altos niveles intencionales de incompetencia y a los intereses de empresas e instituciones depredadoras, son bien capaces de llevar a la sociedad hacia donde esta pueda ser bien exprimida, en vez de llevarla hacia donde esta se puede desarrollar y crecer.



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